lunes, 28 de diciembre de 2009

CAMBIO E-MAIL

Mi nueva dirección de correo electrónico a partir de enero será

sábado, 19 de diciembre de 2009

Silvia Salman, AE!

Felicitamos a nuestra amiga Silvia por su nominación de AE esperando su testimonio con el gusto anticipado de quien conoce su precisión y exactitud.

martes, 8 de diciembre de 2009

Nuevo AE

Con gran alegría les comunicamos que Gustavo Stiglitz acaba de ser nominado AE por el cartel del pase de la FEEP (Federación de Escuelas Europeas de Psicoanálisis)
Esperamos su transmisión a la comunidad con entusiasmo.

sábado, 5 de diciembre de 2009

La diputada más anciana del Congreso Por Mirta Varela

La más célebre conductora de la televisión argentina presidió ayer la sesión del Congreso durante la jura de los nuevos diputados electos. La noticia combina de manera tan perfecta ingredientes de la política y la televisión que parece el invento de algún cómico ingenioso. Sin embargo, una vez más, la realidad supera a la ficción.
Pinky -porque por ese apodo conocemos los argentinos adultos a la Diputada Lidia Elsa Satragno- fue una conductora de televisión. Esto quiere decir que construyó su personaje mediante la combinación equilibrada de una voz y una modulación inconfundibles, con una cara y un cuerpo particularmente bellos. Cuando comenzó su carrera durante los años cincuenta fue bautizada con un nombre con reminiscencias norteamericanas que le sumaban, además, un rasgo contemporáneo de modernidad y juventud. Sin embargo -según se decía entonces- Pinky ya poseía “una belleza clásica”. Lejos de las rubias pasajeras que la televisión encumbraba y abandonaba rápidamente, Pinky fue una jovencita precoz que ya anunciaba con su pelo morocho bien argentino a la futura señora de la televisión nacional. Así lo entendió rápidamente Leopoldo Torre Nilsson cuando le ofreció el papel de “la chica bonita” en La Caida, un filme de 1958, el mismo año en que es declarada “mujer del año” por su reconocida labor en televisión. Así lo entendió mucho tiempo después la última dictadura, cuando en 1980 utilizó su voz y su rostro para anunciar la inauguración de la televisión color. O cuando en 1982 volvió a solicitar sus servicios para conducir el programa monstruo donde las damas patrióticas ofrecieron, una vez más, sus joyas al ejército argentino en un estudio de televisión. Así lo entendió ayer Graciela Camaño cuando invitó a la diputada más anciana del Congreso a presidir la sesión.
Hay que decir que Pinky estaba vestida para la ocasión: un inefable cuello de volados de gasa u organza (espero que se sepa disculpar mi ignorancia e impericia) rodeaban su cuello y le otorgaban el aire adusto y severo pero también femenino y ligero que requería el rol. Pinky, que llevaba el pelo corto y abultado en la película de Torre Nilsson, lucía ayer un peinado prolijamente recogido en alto. Lucía, en fin, el look de una anciana. Pero no una anciana como las que vemos por la calle, empeñadas en parecer jóvenes y activas, sino una anciana de la televisión de los años sesenta. Algo así como la caricatura de abuelita que ideó uno de los dibujos animados más famosos de entonces: Tweety. Pinky (cuyo apodo rima con el nombre del pajarito) parecía imitar ayer a la adorable abuelita que persigue a bastonazos al gato, para luego molerlo a golpes al grito de “escúpelo, escúpelo, escúpelo”.
La imagen de Pinky en el Congreso obedecía al supuesto de que un acto solemne, tal como ella misma se encargó de caracterizar la ceremonia de jura, requería el cuidado de las formas. Es notable que el diario Clarín y La Nación en sus comentarios sobre la noticia refieran al ataque que el oficialismo habría operado a la “institucionalidad”, mientras saludan la intervención de Pinky durante la sesión. Entre otros símbolos valorados por Pinky durante la sesión, los diarios mencionan el izamiento de la bandera, lo que permite recordar que antes de ser conductora de televisión, Pinky también fue maestra. Las instituciones son formas: ya lo dijo Foucault mejor que el diario La Nación hace mucho tiempo. Por alguna razón, sospecho que no quisieron decir exactamente lo mismo. Que Pinky utlizara signos doblemente viejos (representar una anciana mediante atributos pasados de moda) es coherente con sus ideas reaccionarias en el plano político. Que Pinky utilizara signos de origen mediático (representar su rol de diputada mayor como una ancianita noble de un dibujo animado) es coherente con el espacio político al que representa. El PRO presenta ideas reaccionarias en un envase mediático publicitario, dicho moderno. Estética y política lograron, esta vez, un principio constructivo muy ajustado.

Durante el reinado de Pinky en la televisión de la década del sesenta había un programa periodístico llamado Parlamento 13. Era un programa de panelistas con invitados variados para hablar de temas diversos. La única singularidad del programa era que se utilizaba como marco escenográfico un parlamento de cartón pintado. Los periodistas e invitados ingresaban al Parlamento 13 (emitido obviamente por canal 13) haciendo temblar a su paso una columnata de reminiscencias clásicas. El debate transcurría en una escenografía que simulaba el interior de una sala del congreso. La escenografía era verdaderamente kitsch en el sentido en que el kitsch supone la pretensión de hacer pasar por lo que no es (en alemán verkitschen es “hacer pasar gato por liebre”). Este engaño se realiza a través de la imitación de un original, de un cambio de escala o de la suplantación de materiales nobles por otros que no lo son. La escenografía de Parlamento 13 incurría en todos los vicios: era más pequeña que un congreso original, sus materiales, lejos de ser sólidos, eran muy endebles y efímeros y su nombre apelaba a una traducción extranjera de lo que en buen criollo se conoce por “congreso”. Todo lo cual, dicho coloquialmente, redundaba en un congreso “de mentirita”.
En su momento, Pinky no participó en la conducción de Parlamento 13 que, no está de más aclarar, era conducido por varias figuras masculinas, más apropiadas para los temas serios que allí se discutían. Las mujeres que integraban el staff se limitaban a operar como taquígrafas de mentirita. Ayer, el noticiero de Canal 13 -que demostró ser menos efímero que el Parlamento- presentó esta noticia con el título “Muñeca brava”. Hoy, el diario La Nación incluye una nota de color de Pablo Sirvén titulada “Pinky, una estrella que volvió a brillar”. El diario Clarín destaca el modo en que Pinky se mostró imperturbable y consiguió hacer silencio en el recinto. Todo parece hacer pensar que las riendas del país pueden ser conducidas con mano firme y canas bien peinadas de una vieja estrella de televisión. Creo que la escena amerita, sin embargo, otra mirada.
La televisión –como ya lo había hecho la radio- otorgó a los conductores un rol protagónico. A través de su voz y su rostro establecían un contacto con el público que resultó fundante para el contrato del medio. No importaba el contenido sino el vínculo. La sobreimpresión de las formas televisivas sobre las formas de la política adquirió muy tempranamente un sentido literal, como en el caso de Parlamento 13. Que cuarenta años después sea una vieja conductora de televisión quien reclama y otorga símbolos de institucionalidad al Congreso Nacional habla de una etapa superior de las instituciones, las formas y la parodia.

Extraido de http://mirtavarela.blogspot.com/2009/12/la-diputada-mas-anciana-del-congreso_04.html

viernes, 20 de noviembre de 2009

Interview de Jacques-Alain Miller, Le Point, 19 novembre 2009

JAM : « Sarkozy croit pouvoir shooter dans le réel comme dans un ballon »

Propos recueillis par Christophe Labbé et Olivia Recasens
Extraido de http://midite.wordpress.com/

Le Point : Depuis la rentrée, tout va de mal en pis pour le président Sarkozy. Qu’en pensez-vous ?
Jacques-Alain Miller : Je pense à une lettre de Hegel, le grand philosophe allemand : « C’est un spectacle effrayant et prodigieux de voir un énorme génie se détruire lui-même. C’est la chose la plus tragique qui soit. La médiocrité pèse de toute sa masse, sans répit et sans relâche, jusqu’à ce que ce qui est élevé soit abaissé à son niveau, ou plus bas encore. » C’est écrit en 1814, peu après la chute de Napoléon.

Vous comparez Sarkozy à Napoléon ?
Ah ! Il y a des similitudes : le Corse était un métèque, même volonté de forcer le destin, même hyperactivité, même mépris des élites traditionnelles, même inculture, même petite taille, même démesure du désir, même méconnaissance de la nature des choses, et même revanche du réel. Balzac repérait des Napoléon qui étaient maires de leur village.

En quoi y a-t-il revanche du réel ?
D’emblée, il était clair que le sarkozysme n’allait pas marcher. Son erreur basique s’affichait sur les murs : « Ensemble, tout devient possible. » C’est faux, c’est de la pensée magique. Il va sur la place à Gandrange, il dit au milieu des ouvriers : « Gandrange est sauvé », comme les rois guérissaient les écrouelles en les touchant, et rien ne se passe. Si la réalité est bonne fille, sa plasticité n’est pas infinie : elle ne se laisse faire que ce qui lui plaît. En ce mois de novembre, les efforts prodigieux et désordonnés de notre Hercule politique achoppent de toutes parts. Petit à petit, nous, les petits hommes de Lilliput, nous ligotons Gulliver. Le petit-fils de Benedict Mallah, juif de Salonique, a réussi une carrière sensationnelle, un rêve. Il est en train d’apprendre à ses dépens que, dans l’existence, il n’y a pas que la réalité et le rêve, mais du réel.

Qu’est-ce que vous appelez « le réel » ?
Le réel, c’est l’impossible, disait Lacan. Nicolas Sarkozy a un sens aigu du possible, c’est un inventeur de formes nouvelles, un iconoclaste en politique, briseur de codes et de tabous. Mais il lui manque le sens de l’impossible. Le réel fait barrage. On ne peut pas le changer. Plus on est volontaire, plus on le met à nu. A ce moment-là, on a le choix. Ou on se fracasse dessus : échec grandiose. Ou on cherche la meilleure façon de faire avec.

Mais que lui arrive-t-il à lui ?
On lui reprochait sa volonté de tout contrôler, il donne le sentiment de déraper, au risque de se décrédibiliser.
D’abord, il essaie de prendre de court le réel. Donc, il multiplie les pointes de vitesse, fait de la surenchère, bâcle ses initiatives, s’embrouille : l’emprunt, la taxe professionnelle, l’identité nationale. Ensuite, le réel, il le dénude, il refuse de payer l’impôt hypocrisie que réclame la société, elle s’indigne. Il n’est pas d’exemple dans l’Histoire qu’un détenteur d’un pouvoir quelconque n’ait avantagé sa famille et ses proches : malgré leurs mérites éclatants, l’amiral de Gaulle ou Anna Freud auraient-ils fait la carrière qu’ils ont faite sans papa derrière ? Mais il faut respecter certains semblants, cela fait partie du réel. Nicolas Sarkozy s’en moque. Résultat : le pataquès Jean Sarkozy. Au nom « de toute vérité est bonne à dire », il piétine les usages juridiques. Puis il s’en va dire à Dany Boon qu’être le fils d’un chauffeur routier kabyle du nom de Hamidou, ce n’est pas un début très prometteur quand on vit en France. C’est vrai, mais ça ne se dit pas. Le dire, c’est une bourde.

Pourquoi ne peut-il pas s’arrêter ?
Tout se passe comme s’il croyait que dire la vérité sur le réel permet de shooter dedans comme dans un ballon et de l’évacuer vite fait, bien fait. De Gaulle, lui, avait un profond respect pour le réel et pour les formes que requiert son maniement. Néanmoins, il est tombé sur la réforme du Sénat, Comme Margaret Thatcher sur la poll tax, les impôts locaux. Et maintenant, à piller sans vergogne les ressources des collectivités locales, voilà que Sarkozy s’est fait des milliers d’ennemis dans tous les partis. La masse des notables, grands et petits, n’a plus qu’une idée en tête : qu’il parte !

Cela suffit-il à expliquer sa chute vertigineuse dans les sondages ?
Il y a encore autre chose : son rapport biaisé à la vérité l’oblige à exhiber ses jouissances, alors que la tradition française veut qu’on les dissimule. Il affiche la charmante Carla, il copine ouvertement avec la ploutocratie, il plastronne. Alors qu’il n’appartient pas à l’establishment, il se comporte volontiers avec l’arrogance d’un lord anglais, ce qui est imprudent, au moins depuis la Révolution française.

Nicolas Sarkozy a-t-il définitivement perdu la main ?
Non. Il lui faut d’urgence se réinventer. Il l’a déjà fait durant sa campagne, il peut le refaire. Il a de l’énergie à revendre, il est intelligent, rapide, les socialistes sont ravagés par une splendide pulsion de mort politique, dont la vivacité ne se dément pas. Donc je parie qu’il s’en sortira.

domingo, 15 de noviembre de 2009

El mejor marido

Universidad Popular de Psicoanálisis Jacques-Lacan por Jacques-Alain Miller

Hay un tiempo para pensar – meditar, calcular, pronosticar, tergiversar – y hay un tiempo para actuar, acometer, pasar al registro del acto, lo que implica siempre atravesar a toda prisa la barrera del no saber.
Hace ya algún tiempo que había puesto la idea a discusión, la de crear un potente polo de enseñanza en París, reuniendo bajo un mismo titular, sin poner en cuestión su autonomía de funcionamiento, las enseñanzas de la Escuela, las del Département de Psychanalyse, las dos Sections cliniques, el Collège freudien pour la formation permenente, l’Envers de Paris, los Grupos del Campo freudiano, ¿y qué más? Llegué hasta a evocar la idea de una Universidad europea y esta idea ha sido sostenida por Uforca, bien acogida tanto en España como en Italia.
Faltaba lo que Stendhal llama “cristalización”. Estas Jornadas son su ocasión. Son ustedes aquí más de 2000: es una afluencia sin precedentes. Sobre todo, por mucho que les disguste a los pájaros de mal agüero que nos prometen “la kermesse” porque ya no tenemos la cara de entierro que tradicionalmente es la de los analistas en cualquier circunstancia institucional, nunca hemos trabajado mejor, más seriamente y más agradablemente.

Se desprende una línea política; la expongo a medida que se me revela, como un profeta que fuera su lógico; recibe estos días el asentimiento de la mayor parte. Pues bien, ha llegado el momento de concluir sobre el tema universitario, para ir por delante sobre más temas todavía.
Digo “Universidad popular”, porque el término es conocido, está en curso, y porque indica muy bien que nos tomaremos a pecho esta “educación freudiana del pueblo francés” por la que hacía mis votos a principios de este decenio – salvo para extenderla a todos los pueblos, tal como nos anima a hacerlo el ejemplo de Mirta Kadivar en la República islámica de Irán. Las religiones han conseguido orientar a la humanidad hacia divinidades de utilidad dudosa, y cuya existencia está sujeta a controversias. ¿Por qué retroceder ante la noción de una humanidad analizante? No es algo para mañana, se lo concedo - ¿pero para pasado mañana? ¡Tomorrow, the World!

La llamo “Jacques-Lacan” porque procuraré que sea digna de este nombre.
Será una asociación sin fines de lucro; intentaremos que sea reconocida de utilidad pública.
Alojará el Polo parisino del que hablaba, al que se añadirán los principales establecimiento de Uforca, y los mejores del extranjero, como el ICBA (Instituto Clínico de Buenos Aires) o el Seminario franco búlgaro distinguido por Judith Miller.

Me parecería bien que esta Universidad aloje un Instituto Lacan, dedicado a los estudios lacanianos.
Veo que ayudará a los establecimientos de enseñanza del Campo Freudiano a reconfigurarse y a perfeccionarse, sobre la base del voluntariado y, ya lo dije, con el respeto por las autonomías de gestión. Reducir al mínimo el número de establecimientos de gestión directa.

La Universidad Popular deberá dotarse de un departamento de publicaciones, en el que se reinscriba el Journal des Journées, LNA-Le Nouvel Âne, Ornicar?, y abrir una Web y un Blog propios.
Hago el acto. No tengo más detalles para comunicar. Los discutiremos después, con el espíritu de las Jornadas, win-win. Esta Universidad Popular la construiré a cielo abierto, bajo la tiranía de la transparencia, con aquellos que querrán colaborar con ella, en particular en el Journal des Journées, y en Twitter.
Jacques-Alain Miller
(Traducción: Miquel Bassols) De http://ampblog2006.blogspot.com/

martes, 3 de noviembre de 2009

no - todo varón (a propósito de una intervención de Bernardino Horne sobre el Pase , en la Noche del Pase de la EOL 23.09.09 ) Por Mauricio Tarrab

Seminario La comedia de los sexos y el partenaire-síntoma del 7-10-09

1.
Quería compartir hoy con uds. una enseñanza que extraje de la presentación que hizo Bernardino Horne en la última noche del Pase de hace 15 días. Se pudo sentir en esa presentación y en las intervenciones de Luis Salamone y Diana Wolodarsky, que tienen a su cargo la Noches del Pase este año, algo de lo vibrante y genuino que tiene el Pase y lo que eso deja pasar todavía. Las intervenciones desde el publico siguieron esa huella. Como hice una intervención en relación a un detalle de su exposición, y como me parece que ese detalle toca algunas de las cuestiones que trabajamos aquí, con nuestra desprolijidad orientada, que hace lugar a la contingencia, quería compartir lo que me parece que pude extraer de allí. Creo que Bernadino indicó algo de lo que es el no-todo en el varón. O para decirlo de otro modo, hizo presente algo de aquello que los varones, aferrados al falo, ignoramos olímpicamente como forma del rechazo a lo femenino, cosa que como estudiamos, también hacen las mujeres, en su manera de aferrarse al falo .
Es siempre dificil trasmitir para otros, como trataré de hacerlo hoy muy brevemente, alguna perla de un testimonio de pase. Los testimonios del pase reciben múltiples respuestas a su trasmisión, respuestas que dan cuenta de lo que JAM llama el pase Bis. Es decir cuando la hystorización debe producir una satisfacción, no ya en el pasante sino en el Otro que la recibe, más allá del dispositivo, es decir más allá de los pasadores y el cartel.
Están las respuesta emotivas: curiosidad, fascinación, rechazo, indiferencia… que dejan la trasmisión a la deriva de la emotividad del momento, del carisma del AE o de su falta de carisma para trasmitir su hystoria de un modo convincente, o interesante para la comunidad . Está también la idealización que vuelve a los testimonios intangibles, lo que ha producido los peores efectos, como si no pudiera argumentarse alrededor de esa palabra, que está allí justamente para que se argumente sobre una experiencia que no debe quedar en el plano de lo insondable. Otras respuestas son los comentarios talmúdicos, que con intención de exhaustividad corren el riesgo de que el comentario sustituya a la experiencia genuina y de trocar el texto en letra moribunda. Por supuesto que también hay comentarios distintos, vibrantes y que adoptan el valor de una interlocución inédita, y hasta el valor de una interpretación para el AE; como esos comentarios que algunos AE, entre los que me cuento, hemos tenido el privilegio de recibir en varias oportunidades, y que iluminan zonas que el testimonios dejan en sombras. Y por cierto están los ecos más genuinos e inesperados, donde se puede sentir que un fragmento del testimonio ha aclarado para alguien cierta zona oscura, cierta aporía, cierto detenimiento y que algo de eso le permite proseguir su propia experiencia. Me autorizo a decir esto así, porque como uds pueden inferir he sentido este abanico de respuetas en carne propia .
La otra noche, Bernardino Horne comentó su propio testimonio 12 años después y nos hizo sentir lo que se mantiene vivo para él de esa experiencia, en lo que llamamos de un modo un tanto difuso el post-analítico. Mostró también como se mantiene vigente una reflexión genuina, (la palabra genuina no deja de venir a mi boca) sobre esa experiencia. A tal punto que me hizo exclamar como un Eureka : ¡¡¡“el pase terminable e interminable !!!”. Como si yo lo hubiera descubierto en ese momento. Se lo agradezco ya que me ayuda a situarme yo mismo en el asunto.
Ahora…luego de decir todo esto, cómo voy a plantear lo que extraje de allí a los fines de nuestros intereses en este seminario…
Para indicar porqué me ocupo hoy de esto, empiezo por decir que el pase es estar entre semblante y real… o dicho de otro modo, en el pase se aprecia más definido el litoral entre la bruma del semblante y lo real. Tema que tocamos en nuestra indagación de este año sobre la comedia de los sexos y el partenaire sintoma y en nuestras lecturas del seminario XVIII.
2.
Vayamos entonces al testimonio de Bernardino.
No es necesario estar muy al tanto de la totalidad de su Pase, para entender el punto que me interesa señalar, si digo que Varón habló entre lineas, pero también explícitamente de la posición femenina al final del análisis. Se entiende la importancia del asunto para alguien bien instalado en los semblantes que su sobrenombre ha fijado : Varón.
Ubicó conceptualmente dos modos de concebir para él esa posición en el final de su análisis: 1) aceptación de la castración 2) aceptación del goce en posición de objeto (posición, aclaremos nosotros, que en la lógica del varón es rechazada a toda costa hacia el Otro sexo que deviene así su objeto y su lazo sinthomático).
Y lo ilustró con “el acceso a cierta delicadeza, a tener otras armas para la guerra al tiempo que se la rechaza, y al gusto por la poesía”.
O para ser más preciso, como me lo escribió ayer a mi pedido de precisión ya que no estaba seguro de que mi memoria fuera muy fiel a sus palabras, ese acceso fue para él por dos vías:
“Por un lado la vía del amor y por otro la relación al A tachado. Por la vía del amor entra la mujer como alteridad, ya que hasta ese momento el hombre solo se relacionaba con el elemento de su goce en el fantasma . Por el lado de la relación al A tachado, donde encontraba que lo imposible de decir era permeable a cierta delicadez o cierta delicadeza en el ser, la poesía, las palabras de amor…”
Ven que nos acercamos a temas que hemos tratado aquí, al menos en nuestras últimas reuniones. Les recuerdo por ejemplo la exposición de Fabian alrededor de la cuestión del fetichismo y los “hombres clásicos” en Freud; la excursión siempre inquietante para los varones neuróticos que somos, por el campo de los hombres sin ambages que nos presentó Stiglitz ; y los comentarios de Graciela en la última reunión sobre la carta de amor , la mascarada viril y la feminización.
Bernardino, Varón, se refirió a un momento no del final del análisis sino del curso del análisis en el que me queiro detener. Este momento, ya trabajado en sus testimonios, adquiere por medio de un detalle que recuperó recién ahora, tantos años después del final y del pase un valor que quiero destacar, que él insinuó y al que agrego mi lectura.
En ese momento una interpretación, la interpretación de un sueño, antecede a un episodio en donde el sujeto se pierde en el Metro y, completamente desorientado sale a la superficie en las puertas de un cementerio.
En un segundo episodio al tono se encuentra frente a un cuadro, en el Louvre, nuevamente perdido, pero esta vez en el saber. Frente a ese cuadro confunde la figura de un rey con la de otro rey, haciendosele evidente en el análisis que este lapsus pone en escena el nombre de su hijo.
Varón decía que esos eran los caminos que abrió la interpretación del analista. Pero solo ahora, un ahora no especificado, reconocía que lo escencial y no tocado de ambos episodios era que estaba perdido. Lo escencial era el perderse.
A mi juicio se puede entender que: un acto fallido lo lleva a la tumba del padre y abre el camino de la elaboración del duelo por aquel hombre poderoso “que pudo ser Presidente”, mientras que un lapsus apunta al hijo vestido de Rey. En cambio, “perderse”, no lleva a ninguna parte, quiero decir a ninguna interpretación, queda ahí…perdido.
Relató entonces otro episodio que recuperó también ahora, un episodio de su último año de la carrera de medicina. Debia inscribirse, va al piso correspondiente de la facultad y se pierde. Ese extravío tiene un correlato de angustia muy intenso. Con un humor que no le falta, nos contó que por ejemplo en las Jornadas siempre necesita que alguien lo ayude con los trámites, en fin que alguien lo ayude a inscribirse, porque él solo no puede, no lo logra.
Ese “perderse” no se inscribió en el análisis y se podría decir que solo se inscribe ahora.
Mi idea y es mi comentario al testimonio, es que ese “perderse” es lo que hay entre los semblantes de este varón. Es el litoral mismo del no-todo está incripto en la lógica fálica. Y se ve muy bien, Varón lo hace ver ahora que él lo ve, que no hay que buscar el no todo como incompletud. Ese “perderse” es lo que queda afuera, irremediablemente afuera, de lo que JAM llama en su curso El Partenaire-Síntoma “los tejes y manejes del macho” .
En uno de sus testimonios La vía de la perplejidad dice algo de esto:
“El fantasma fundamental es , según la teoría, más dificil de atravesar en el hombre. El se agarra más firmemente al Otro […] Consentir el goce no-todo, asumir la castración, es un acto de aceptación de su ser sujeto femenino.”
Entiendo que dió un testimonio donde se capta eso que escapa al semblante, al semblante masculino y qué se podría escribir S(A tachado).
Le dije en mi intervención esa noche, que su acto fallido y su lapsus me evocaban el cuadro de los Embajadores de Holbein que Lacan comenta en el Seminario 11. Fui entonces a buscar el comentario que Lacan hace del cuadro y encontré varias cosas interesantes.
Les recuerdo la referencia de Lacan , que me voy a permitir variar un poco, al que le voy a agregar algo suplementario, de la mano de Varón.
“Los dos personajes están tiesos, erguidos en sus ornamentos ostensivos. Entre ambos una serie de objetos que en la pintura de la época representan los símbolos de la vanidad . […] Entonces delante de esa ostentación del ámbito de la apariencia (del semblante) en sus formas más fascinantes ¿Cuál es el objeto que flota, que se inclina? No pueden saberlo –y desvían la mirada, escapando así a la fascinación del cuadro. Empiecen a salir de la sala, donde sin duda los ha cautivado durante largo rato. Entonces, cuando al salirse se dan vuelta para echar una útlima mirada –así lo describe el autor de Anamorfosis- ¿Qué disciernen en esa forma? – una calavera.
(1°) digamos entonces que entre los esplendores del semblante fálico, se desliza la muerte.
Pero Lacan sigue…
[...] Holbein hace visible algo que es sencillamente el sujeto como anonadado, de una forma que es la encarnación ilustrada del –fi de la castración.
(2°) Tenemos entonces al sujeto como afánisis respecto del semblante fálico
Y aún prosigue
Pero la función de la mirada ha de ser buscada aún más allá. Veremos entonces dibujarse a partir de ella, no el símbolo fálico, el espectro anamórfico, sino la mirada como tal…
Por fin (3°) el objeto a, lo que no está en el cuadro
Siguiendo lo que enseña el testimonio de Varón , me permito argumentar que hay algo que se puede agregar a esa serie , hay algo más que se desliza aún detrás de la calavera, de la castración y del objeto a, y lo que se desliza ahí es el agujero que estos tres semblantes velan, S(A tachado), lo femenino como tal. Un análisis llevado hasta el final permite captarlo, de diferentes maneras, en diferentes tiempos, con diferentes luces. Lo femenino, que no es la mascarada femenina, sino lo que no es tomado en el caso del varón por la mascarada viril, por la lógica fálica.
Podría uno preguntarse ¿cúal hubiera sido la interpretación que se hubiera podido extraer del cuadro de los Embajadores, si Lacan hubiera formulado allí su teoría del no-todo fálico, que en ese momento buscaba afanosamente con el objeto a apenas formulado, y que solo llegaría con el Seminario XX?. Como ven, es una pregunta inutil, tanto como la pregunta de qué hubiera pasado si el analista le hubiera dicho, “perdido”.
Lo que si es seguro es que en el ejemplo que este testimonio nos ofrece, tenemos la oportunidad de captar un no-todo varón. En la otra orilla, fálica, se funda el impasse sexual del hombre.
F.Cheng conjeturaba que “al fin de cuentas, sería para acorralar a lo misterioso femenino, caro al pensamiento taoista, que el Doctor Lacan emprendió en su compañía, su búsqueda china”. Varón capta algo de eso y lo trasmite con su estilo.

martes, 13 de octubre de 2009



Un detalle de Woody sobre la diferencia entre hombres y mujeres:

Foto por M.Tarrab

Allan: Qué lindo, un Jackson Pollock muy bonito ¿no?

Chica: Si

Allan: qué te sugiere?

Chica: Confirma la negatividad de la existencia de universo, La abominable y solitaria vacuidad de la existencia.La dificil situación dle hombre obligado a habitar una eternidad yerma y sin dioses, como una diminuta llama titilando en un inmenso vacio en el que solo encuentras desechos, horror y degradación dando forma a una inutil camisa de fuerza en un cosmos negro y absurdo.

Allan: ¿qué haces el sábado por la noche?

Chica : suicidarme

Allan: Entonces ¿el viernes por la noche?

Fragmento de Sueños de un seductor

jueves, 17 de septiembre de 2009

Contribución de Graciela Brodsky sobre el efecto feminizante de tener la carta

Para pensar el efecto feminizante que surge del tener la carta, les mando este párrafo que encontré en el curso Extimidad, de JAM. Está en la leccion del 5 de marzo de 1986.

[...] me gustaría destacarles un caso sobre el final de análisis de un obsesivo, que ya se comentó varias veces y que, como saben, gira en torno de un sueño contado por una mujer a su hombre. El sueño tiene como resultado devolverle a esta mujer un valor erótico para este hombre. En todo caso, esto es lo que quiero subrayar. Lacan se pregunta cómo hace ella para restituirse, mediante este sueño que cuenta, este valor erótico. En el sueño, la mujer se ve dotada de un órgano masculino, y Lacan aísla lo siguiente: “Tener un falo no basta para devolverle una posición de objeto que la acomoda a un fantasma”.
¿Qué implica esta indicación para captar el punto de elaboración en que se encuentra Lacan? “No basta”, dice. Lo que en verdad le da un valor erótico, lo que la vuelve en verdad un objeto de deseo es que no solo lo tiene sino que “no por tenerlo dejaba de desearlo” Tenemos una oposición muy precisa entre el significante del deseo y el objeto del deseo. Vemos, pues, cómo Lacan trata allí el objeto del deseo: tenerlo, en el fondo, es un ardid, que solo impacta si se insinúa detrás de este tener la falta en ser. Ella está de todos modos sujeta a una falta. Aunque lo tenga, está sujeta a la falta en ser. El punto sutil que Lacan destaca es que el hecho de tenerlo, contrariamente a esta realidad de la naturaleza, tiene como efecto tocar la falta en ser.

jueves, 27 de agosto de 2009

Texto de la presentación del Seminario XVIII en la Biblioteca de la EOL por Mauricio Tarrab

Biblioteca de la EOL / 25 de agosto de 2009
Mauricio Tarrab

Hay que escuchar lo que no es dicho
Y discernir lo que no es mostrado
Historias de Han

Qué dificil es leer a Lacan!! Y en este Seminario XVIII no nos hace las cosas más fáciles que de costumbre. Pero como la de esta noche no debe ser una elucidación rigurosa del seminario, cosa que no estaría en condiciones de hacer, y como no sería el único hoy en esta mesa, me di el gusto de recorrer algunas cuestiones que me interesaron, sin ningna intención exhaustiva, sino más bien a modo de presentarlas para uds, como un ejercicio de lectura.
Son muchas las referencias que Lacan toma durante su enseñanza de lo que estamos acostumbrados a llamar Oriente. En particular referencias al Japón y a China. Eso se encuentra ya en el comienzo de su enseñanza, en el primer renglón de su primer seminario, con una referencia al Zen: “El maestro interrumpe el silencio con cualquier cosa, un sarcasmo, una patada…”[1]
Cuando decimos Zen pensamos en Japón, aunque hay que recordar que el Zen como una derivación del budismo, se consolidó, desarrolló sus prácticas antidoctrinarias y tuvo a sus principales maestros, Huang Po o Hui Neng por ejemplo, en China, para luego pasar a Japón.
El primer seminario de Lacan comienza con una referencia a esta práctica , una práctica que pone en primer plano el relámpago, lo abrupto, la iluminación repentina por medio de una intervención del acto de un Maestro, que con su sacudón de sinsentido corta el fluir de las cosas, interrumpe el devenir de “la mente” y permite una perspectiva súbitamente nueva . Podemos apreciar bien todo lo que le debe la práctica que Lacan ha orientado, sobre la interpretación por ejemplo, a este conjunto de sutilezas y forzamientos , donde se sorprende infraganti algo que de otro modo continuará repitiendose una y otra vez. Donde se ofrece una nueva inscripción para aquello que estaba firmemente fijado, y que fluirá de otro modo. Una práctica del instante oportuno , de la intervención, del acto.
Para dar un ejemplo simple de esta influencia China en Lacan, busqué y afortunadamente encontré, un breve ejemplo, uno de los innumerables relatos mínimos, fugaces, casi intrascendentes, que han sido usados por milenios para trasmitir algo de esto, y que les voy a leer para hacer ameno este comentario sobre el Seminario XVIII:
Te Shan, que llegaría a ser un maestro Zen chino de gran reconocimiento, fue en su juventud un estudioso incansable de los libros eruditos de los sabios budistas en los que no dejaba de pensar ni un minuto. Era también un acérrimo detractor de todo lo que olía a Zen y se dirigía a ver a un maestro Zen, Ch’ung-hshin, cargado de libros justamente para desenmascararlo con su saber ya que lo suponía un fraude. En el camino se detuvo en una casa de té donde le pidió a la encargada (que no era a dueña del restaurante chino del seminario XI, donde con ese apólogo no tanto al estilo Zen, sino más bien jasídico, Lacan tanto nos enseñó sobre la transferencia) Nuestro joven erudito le pidió a la encargada de la casa de té que le diera algunos refrescos. En lugar de despachar los refrescos pedidos por el monje viajero, la mujer le preguntó qué llevaba en la espalda.
Te-shan contesto que llevaba los comentarios sobre un libro sagrado. Oh! Dijo la mujer asombrada, para agregar ¿voy a hacerte una pregunta, si quedo satisfecha con tu respuesta podrás tener tus refrescos gratis, pero si fracasas tendrás que irte a buscarlos a otra parte.
Te-shan, ya un poco molesto, aunque forzado por la necesaria cortesía, esa de la que Lacan nos habla en el XVIII, aceptó la propuesta
Debo aclararles, aunque no porque lo supiera, sino porque en el libro de donde extraje el ejemplo se lo aclara explícitamente, que en chino, “refresco” se dice tien-hsin , que es homofónico de tien- hsenn que significa “puntuar la mente, puntuar el pensamiento” .
Entonces la mujer le dice que ella había leido en ese libro sagrado que él cargaba en su espalda que la mente, que los pensamientos, no pueden ser capturados ni en el presente, ni en el pasado, ni en el futuro. Entonces si es así cuando me pides refrescos ¿qué mente deseas puntuar?.
La pregunta inesperada hizo caer la erudición de Te-shan abruptamente, ese semblante pesado que cargaba sobre las espaldas y nos permite a nosostros medir todo lo que Lacan supo extraer para el psicoanálisis de estos cuentos mínimos, tomandolos en serio .
Pero no es esa la China y el Japón, la China y el Japón Zen, adonde trata de acercarse Lacan 18 años después en el seminario que presentamos hoy. Tanto en la edición original, donde desde la tapa nos mira un simpático chino, como en la edición española donde una serie de caracteres chinos se encolumnan en su margen derecho, Lacan entre tantas otras cosas, nos propone una indagación en principio sobre China, aunque también sobre Japón a propósito de su viaje del que Lituraterre, llamada aquí Clase sobre Lituraterra es su punto culminante.
Es llamativo y sorprendente leerlo cuando dice en la p.36 “Este año, dice, haré algunas breves alusiones a los orígenes del pensameinto chino. Y agregar a manera de confesión: “Me di cuenta de algo, y es que quizás solo soy lacaniano porque en otro tiempo estudié chino”.
Afirmación que tendríamos que tomar muy en serio si queremos entender qué es ser lacaniano . Y luego, rápidamente nos presenta a Mencio, discípulo de Confucio y en la reunión siguiente del seminario vemos como se dedica a bombardear con algunos principios e idiogramas del idioma chino, a los linguistas de occidente, de la época. Rápidamente nos enteramos que su interés en China esta vez está no tanto en relación al acto, sino más bien en relación a la función de la escritura.
Entonces se puede ubicar que así como en el seminario XVI se aprecia el pasaje de la estructura al discurso, que se consolida en el XVII; en este seminario XVIII, vemos como junto con la promoción del semblante se perfila el interés de Lacan por la escritura. Y en especial, lo hemos charlado con Graciela Brodsky en algunas oportunidades, se trata de la interrogación que Lacan sostiene a partir de aquí sobre cómo conectar lo que no se conecta, lo que no tiene relación. Una de las respuestas que encuentro para explicar su interés por china es el valor que tomará en su enseñanza la escritura. Y por eso su interés en la caligrafía, en la pintura , en la poesía china, más cercana a la tradición confucionista -a la que se refiere a través de Mencio- y al taoismo.
Francois Cheng, a quien Lacan recurrió durante los años 70 para acercarse a China, quien no se priva de decir la importancia que esos encuentros tuvieron en su vida. En el comienzo de su libro Vacío y Plenitud[2] expresa su agradecimiento llamándolo , mi maestro ….“mi maestro, Jacques Lacan, quien hizo que yo volviera a descubrir a Lao Tze y a Shi Tao…”
Afirma Cheng que “Lacan quería en su compañía visitar , o en muchos casos volver a visitar ciertos campos del pensamiento chino, de la manera más auténtica posible, estudiando los textos en su escritura original,linea por linea, palabra por palabra” […] con su manera tan tenaz y tan abierta de interrogar los textos, con su capacidad para hacer resaltar la apuesta de una interpretación”[3].
Fue entre ellos un trabajo que comienza en la época misma de este Semianrio, que es de 1971 y que se extiende por varios años. Cheng habla de esos encuentros en dos textos que pude consultar. Lacan y el pensamiento chino [4] y una entrevista publicada en L’Anne. “Estabamos al principio de los años setenta. Lo escencial de la teoría de Lacan estaba ya formulada. Sin embargo no se puede dudar que en este sumergirse en la cultura china,su curiosidad intelectual no haya encontrado atractivos, que su espíritu escrutador no haya extraído inspiraciones que influyeran en el corazón mismo de su teoría. Que tal o cual concepto no haya encontrado ecos, incluso prolongaciones. Sinó, ¿porqué todas esas sesiones encarnizadas que duraban varias horas y a veces una tarde entera? Lacan elegía los textos queo y reuniré en una lógica: lo cosmológico, lo ético y lo estético. Respectivamente El libro de la Via y la virtud (Tao te King) El Mencius y Propósitos sobre la pintura. Por otra parte fue el Dr. Lacan quien me incitó a interrogar más sistemáticamente la poesía china.Fue por su sugestión que estudiamos un número de nociones del pensamiento chino : Vacío y Yin-Yang en El Tao Te King, Palabra e imagen en el Libro de las mutaciones, Gran-yo y pequeño Yo en Mencius, Conocimiento y receptividad en Shih-Tao, Pronombres y Negación en la gramática .Sesiones de trabajo intensas de las yo salía agotado pero singularmente enriquecido, no sin sobresaltos como cuando a veces su voz, a la vez distante y encantadora, tan quejumbrosa como cargada de vida me perseguía por teléfono a altas horas de la noche.”
Podemos imaginar la escena y las consecuencias. Algo de las consecuencias de esa indagación están desplegada en el Seminario XVIII .
Otro autor que se sumerge en China con una lucidez singular, y que algunos venimos estudiando en una confluencia no deliberada pero que encuentro completamente lógica, debido a que su manera de exponer los principios de ese pensamiento nos trae ecos de lo que es nuestra proria experiencia con la los recovecos de la enseñanza de Lacan. Este autor, Francois Julien, a quien conocimos primero por un pequeño libro, Conferencia sobre la Eficacia[5], que recomendamos vivamente. Julien, refieriendose a las diferencias entre China y occidente dice que “la civilización china no es una civilización de la palabra que confiere un sentido (es decir la de la escritura Bíblica en principio) ni es tampoco una civilización del discurso (del logos que a partir de los Griegos funda una indagación fundamental) China tampoco es una tierra de revelación. La civilización china es fundamentalmente una civilización del texto, de un texto que muestra su trazado y es en si mismo un tejido conjunto. En el país de la seda,“la urdimbre y la trama” son las coordenadas del texto chino” [6].
Si me permiten un salto audaz en mi comentario y nos precipitamos hacia el texto central del seminario, Lituraterre ¿no vemos allí el intento de Lacan de separarse de los efectos de sentido que el Psicoanálisis desparrama a diestra y siniestra, para tratar de ubicar algo real, la piedra de lo real. Más allá del mar del sentido, del discurso y de las iluminaciones, es el esfuerzo de Lacan por alcanzar aún en medio de las nubes del semblante que no pueden evitarse y que hay que saber usar, alcanzar, al menos tocar el litoral de una tierra firme detrás de esa bruma?.
Ese litoral que Lacan nos enseña a reconocer como la letra. Para decirlo en sus palabras “ es el borde en el agujero en el saber que el psicoanálisis designa, justamente cuando lo aborda por la letra, ese borde que ella, la letra traza…”[7]
El comentario que hace Eric Laurent de Lituraterre en el curso de J.A.Miller, con el título El camino del psicoanalista[8], explora de un modo original estos encuentros posibles-imposibles para los que Lacan encuentra una vía a explorar en la tarea del pintor, del calígrafo, o del poeta chino.
Agreguemos nosotros, que se trata de puentes entre lo que es heterogeneo, entre Oriente y Occidente, entre el Tao y Lacan, entre semblante y real, entre los efectos de sentido y el lugar del goce, en fin entre el Hombre y la Mujer.
Ese es el otro acento del seminario, el desencuentro sexual y la función del semblante, que es lo que destaca la contratapa de la edición en español, donde J.A.Miller indica que “es solo al final del recorrido, que se podrá dar su valor exacto al aforismo de Lacan: No hay relación sexual.”[9]
F.Cheng, a quien vuelvo a convocar aquí, creee que “al fin de cuentas, sería para acorralar a lo misterioso femenino, caro al pensamiento taoista, que el Doctor Lacan emprendió en mi modesta compañía, su búsqueda china”[10].
Termino mi excursión por este cruce entre Lacan y Oriente citando un poema inscripto al lado de una bella caligrafía que evoca esa búsqueda de Lacan, una búsqueda que en un sentido compartimos con él, en la búsqueda de cada uno en su propia experiencia analítica.
Es una bella caligrafía de Francois Cheng[11] que se llama “Mi parte de jade”. Pensé, si Fernando Vitale, nuestro anfitrión hoy como Secretario de Biblioteca, está de acuerdo, hacer reproducir esta caligrafía para la Biblioteca , quizás para poner en la nueva Biblioteca que seguramente tendremos en nuestra nueva casa, en la nueva casa de la EOL.
F.Cheng explica que “para un chino, la piedra de jade representa la quintaescencia del ser. Caligrafiar estos dos caracteres, dice, fue para mi rechazar el desaliento , fue reunirse con una íntima ternura inicial. La distancia que me separaba del milagro no era más que un gesto. Que eso ocurriera sin duda me ha salvado de la desesperación…”
Y al margen de la caligrafía que dibuja, escribe o transcribe un breve verso referido a esa piedra de jade:
Y para nosotros que solo somos
huellas de signos
¿Es verdaderamente necesario
que para alcanzarla
pasemos por tantos desvíos?

Esta es la China que he querido evocar para uds al presentar este aspecto del Seminario XVIII, enigmático y profundo, que nos reúne hoy.
[1] J.Lacan Seminario 1. Buenos Aires, Paidos
[2] F:Cheng Vacío y Plenitud . Madrid, Siruela 2005
[3] Francois Cheng, Lacan y el pensamiento chino
[4]. Ibidem 3
[5] Francois Julien, Conferencia sobre la eficacia .Buenos Aires, Katz 2007
[6] Francois Julien, La urdimbre y la trama. Madrid, Katz 2008
[7] J.Lacan Semianrio XVIII. Paidos . 2009 . pp 109
[8] J.A.Miller Lo real en la experiencia analítica, cap El camino del psicoanalista
[9] J.A.Miller en la contratapa del Seminario XVIII edición de Paidos
[10] Francois Cheng , Lacan y el pensamiento chino .
[11] Francois Cheng, Et le souffle devient signe. L’Iconoclaste p.102-103

De la discusión de género, el semblante y el exhibicionismo probatorio

Caster Semenya, atleta de origen sudafricano que está dando que hablar luego de ganar la final femenina de los 800 m en el campeonato mundial de atletismo en Berlín y que motivara entre una nota, en página central de Clarín del día de hoy, en la que se cuestiona la pertinencia de dividir a los atletas en función de su sexo biológico. “Lo racional (dice el autor) sería introducir divisiones de los atletas de acuerdo a, por ejemplo, su masa muscular o el nivel de hematocritos, en vez de concentrarse en el sexo biológico”
Una vez el empleado de una estación de servicio en Ciudad del Cabo al verla dirigirse al baño de mujeres, le indicó la dirección del de los hombres, convencido de que lo era”. La respuesta no se hizo esperar: "¿Acaso quieres que te muestre mi sexo?"

viernes, 21 de agosto de 2009

Algunas referencias de La Tercera a propósito de la reunión sobre Savoire y faire y sobre el caso presentado por Ennia Favret por Paula Gil


Estos párrafos de La tercera (en intervenciones y Textos Pags 89, 90 y 91) me hicieron pensar algunas cuestiones sobre lo hablado en el último encuentro del seminario, especialmente en relación al caso clínico.
1)“el cuerpo goza de objetos”; 2) “El objeto es el núcleo elaborable del goce, pero este depende de las tres consistencias del toro”; 3)“el a separa el goce del cuerpo del goce fálico” “el goce fálico es fuera-de-cuerpo” 4)“El cuerpo se introduce en el goce por la imagen”.
Tomemos estas frases para pensar el caso clínico expuesto. 1) Que el cuerpo goce de objetos no es igual a que el cuerpo sea tomado él mismo por objeto de goce.
2) El lugar del objeto a en los nudos es un lugar central, compartido por los tres redondeles, y para que funcione como núcleo elaborable, debe ubicarse en ese espacio (“depende de las tres consistencias”) Ahora bien, es válido pensar para el caso el diagnóstico de psicosis, y sabemos que allí la ubicación del objeto es otra. Vemos en este pte. cómo el objeto no sólo no le arma un goce fálico fuera de cuerpo (3), sino que lo deja por entero operando en lo real del cuerpo.
4) Por último, si “el cuerpo se introduce en el goce por la imagen”, queda pensar el estatuto de la imagen para este pte. Pues su incesante búsqueda no parece estar al servicio de otorgarle una imagen al goce fálico, sino a un intento de separación del goce intrusivo (pensemos las cargadas que lo determinan al cambio). Como si él supiera de una imagen ideal que evitara por sí misma los desencuentros con el Otro.
Me pregunto si el tratamiento que este sujeto da a su cuerpo es un saber hacer en relación a acotar el goce, o si, por tratarse de “puro semblante”, lo real irrumpe cada vez de modo igualmente invasivo, llevándolo a moldearse el cuerpo en una serie de intervenciones inagotables.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Primera publicación.


Hola a todos. Tal como anunciaran hoy Mauricio y Fabián hemos puesto en marcha un blog que les sugiero agregar a sus favoritos para poder consultarlo con facilidad dia a dia y especialmente en los dias previos a las reuniones ya que iremos posteando la información sobre cada encuentro.

Por otro lado hemos realizado un breve instructivo sobre el uso del blog que podrán encontrar en Tres pasos para utilizar el blog
Suban el volumen para escuchar las instrucciones!